Cada vez son más los restaurantes que intentan diferenciarse de la competencia de alguna manera original con la esperanza de captar clientela. Algunos optan por tematizarse, otros por dirigirse a un sector familiar instalando piscinas de bolas en su interior o algún tipo de parque infantil, otros abaratan los menús, etc. pero hay una tendencia que parece que cada vez está ganando más adeptos porque realmente funciona, son los llamados restaurantes para pasar el día, aunque tienen un pequeño hándicap.
Los restaurantes para pasar el día, que antaño se podían contar con los dedos de una mano, ahora proliferan a montones, y es normal teniendo en cuenta que son los que más veces al año cuelgan el cartel de “lleno”, ahora bien, el hándicap es que eso siempre sucede en verano pero en la época hibernal suelen tener una clientela más bien pobre.
Construyendo tu propio restaurante
Lógicamente, ese pequeño hándicap no hace que desmerezcan las ganancias que se consiguen en la época estival. Tened en cuenta que los chiringuitos de playa viven del trabajo en fechas similares y aunque algunos propietarios tienen, además, un restaurante en el que dan servicio durante todo el año, también son muchos los que sobreviven trabajando de abril/mayo a septiembre y descansando los otros 6 meses del año porque los beneficios obtenidos en temporada dan para eso y más.
Pero ¿qué debemos hacer para montar un restaurante de estas características?
Si bien es verdad que con un poco de imaginación podemos montar algo similar en diferentes espacios, la versión original de este tipo de establecimiento hostelero suele instalarse en las zonas rurales de las urbes, bien a las afueras de la ciudad o bien en pueblos cercanos, pues se necesita tener un terreno más o menos espacioso en el que levantar todo el complejo.
Piscina
La mayoría de estos restaurantes se caracterizan por tener una enorme piscina. No es necesario que sea de las modernas de última generación que vienen decoradas como si estuviéramos en Tailandia, pero sí es necesario que tenga un buen tamaño y disponga de zona infantil o de una piscina pequeña para los niños. El motivo no es otro que tener la seguridad de que todos los comensales que acudan al restaurante tengan espacio para poder darse un baño a lo largo del día.
Para este tipo de trabajo Piscinas DTP es una de las empresas que mejores resultados ofrece porque, además de hacer un trabajo de calidad, lo hacen con bastante celeridad. ¿Y por qué es esto tan importante? Pues porque cuando estamos montando un restaurante de estas características necesitamos abrir cuanto antes para empezar a obtener beneficios e ir cubriendo gastos. Si las obras se retrasan, son pérdidas seguras para nosotros.
No os olvidéis de que tener una piscina conlleva, además del gasto de su instalación, un gasto de mantenimiento. Lo más económico es hacer ese mantenimiento nosotros mismos, al menos al principio. Podéis adquirir todos los productos necesarios en Sempool y también encontraréis una guía para saber cómo hacer la limpieza.
Parque Infantil
Tampoco es mala idea poner una pequeña zona de juegos, tipo parque infantil, para que los niños se mantengan entretenidos mientras sus padres se toman el aperitivo e incluso el café. Ahora mismo está muy de moda poner parques y piscinas de bolas, pero yo las desaconsejo porque, al final, en esa área disfrutarán los niños menores de 6 o 7 años a lo sumo, mientras que en un parque infantil tradicional pueden jugar niños de edades más avanzadas. Para esto podéis contactar con Niberma, una empresa que recomiendo especialmente por los pavimentos para parques infantiles que instalan como amortiguación para posibles golpes o caídas, fabricados con materiales no tóxicos y antiestáticos.
Pistas Deportivas
A veces puede ser un pequeño campo de tierra con dos porterías a modo de campo de fútbol, otras veces son canastas de baloncesto e incluso se pueden instalar pistas de tenis y pádel. Algunos restaurantes las tienen solo a modo de entretenimiento para los niños, tal y como ocurre con los parques infantiles, pero los que instalan pistas de tenis o pádel lo hacen para que los padres y madres puedan jugar un partido antes de la comida, mientras otros familiares o amigos los esperan tomando aperitivo o bañándose en la piscina. Se puede poner un precio de alquiler de la pista simbólico para que reserven previamente y no se dé lugar a enfrentamientos absurdos entre la clientela. Para esto también podéis contar con Niberma, pues son especialistas en la instalación de pistas de pádel, así que con ellos podéis “matar dos pájaros de un tiro”.
Este tipo de restaurante consigue tener sus instalaciones hasta los topes en verano desde las 12 del mediodía, aproximadamente, hasta las 5 o 6 de la tarde lo que provoca que, además de la comida, consigan beneficios de bebidas, refrescos, aperitivos, cafés, helados e incluso alguna que otra merienda. Esto hace que los beneficios conseguidos en temporada media y alta sean suficientes como para que merezca la pena cerrar en invierno o tener una clientela muy inferior.
¿Te atreves?