Como imagino que muchos de vosotros ya sabréis, la alimentación debe cambiar según el estadio de vida en el que nos encontremos. No necesita los mismos nutrientes un niño de 5 años que un anciano de 80 y por eso vamos a ver algunos ejemplos hoy en Restaurante Evo. Para ir abriendo boca os diré que me he puesto en contacto con el mejor centro de día en Barcelona, Benviure (cuya web podéis visitar en el enlace), para preguntarles acerca de los menús que ofrecen a sus internos y la alimentación más recomendada para los ancianos así que estad atentos a este artículo porque os traigo información de primera calidad.
Las necesidades nutricionales en los niños dependen de la etapa de crecimiento en que se encuentren y de la actividad física que practique a lo largo del día. Es muy importante observar la conducta del niño o la niña frente a diferentes tipos de alimentos que, por una u otra razón, podrían generarle aversiones o preferencias excesivas, lo cual podría llevar a un grado de desnutrición u obesidad. En la infancia debemos promover la ingesta de cereales, legumbres y proteínas, tanto de pescado como de carne, y poco a poco ir introduciendo las verduras y los tubérculos.
En la adolescencia debemos tener en cuenta que nos vemos ante la madurez sexual, un aumento de talla lógico y un aumento de peso que puede ser, o no, alarmante. Estos procesos requieren una cantidad elevada de energía y nutrientes provenientes de los alimentos que se consumen en la dieta. El adolescente, durante esta etapa, gana aproximadamente el 20% de la talla y el 50% del peso que va a tener como adulto. El adolescente debe comer, en cada comida, un grupo de cada macronutriente.
Un adulto sano (entre los 19 y los 60 años de edad) debe enfocar su alimentación a mantener una correcta función de nuestro organismo y a prevenir la aparición de enfermedades que pueden surgir por una deficiente o excesiva ingesta de alimentos y/o nutrientes. Las principales enfermedades serían de tipo cardiovascular, obesidad, osteoporosis y diabetes entre otras. Se debe reducir el consumo de azúcar a lo largo del día.
Cuando la persona cumple los 60 años de vida, las necesidades de energía (carbohidratos) tienen a disminuir gradualmente, especialmente al reducir la práctica de actividad física, bien sea por pereza, cansancio, recomendación médica o por alguna patología. No obstante, los aportes de nutrientes deben ser casi los mismos, o en algunas ocasiones superiores a los que ha llevado el resto de su vida, de ahí que muchos médicos recomienden el consumo de suplementos nutricionales como pastas, polvos, inyecciones y demás vitaminas. Hay que evitar los alimentos con excesos de sal y azúcares refinados, así como las grasas saturadas.
Y sobre todo, durante toda tu vida, debes seguir la pirámide nutricional.