El Instituto Nacional de Cualificaciones (INCUAL) es el organismo responsable en nuestro país de definir, elaborar y mantener actualizado el Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales y el correspondiente Catálogo Modular de la Formación Profesional, es decir el conjunto de módulos formativos asociados a las diferentes unidades de competencia de las cualificaciones profesionales.
El fin de este sistema de cualificación profesional es posibilitar que las personas adquieran una formación o, en su caso, un reconocimiento de las competencias profesionales, poniendo a su disposición un servicio de orientación profesional que le permita un desarrollo personal y profesional, la mejora continuada de su cualificación profesional a lo largo de toda su vida laboral, la generación de oportunidades de trabajo, así como ofertas de formación idóneas de cara al mercado, a la vez que se crea una población con un alto índice de cualificación profesional.
Actualmente dentro del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales existen 26 familias profesionales con cinco niveles de competencia profesional, definida por la complejidad de las funciones, el nivel de autonomía y responsabilidad en el desempeño de la ocupación en relación con otras y los conocimientos adquiridos. Actualmente solamente los tres primeros niveles de cualificación profesional están recogidos dentro del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales, siendo el nivel 3 es el de mayor rango, equivalente al título de bachillerato. Y, con el objetivo de ampliar la oferta formativa, muchas empresas están apostando por ofrecer cursos de formación tanto a distancia, como presencial y online, tal y como nos recuerdan los expertos en la materia de Forma Hostel, quienes han podido comprobar de primera mano cómo decenas de empresas están apostando por la formación de sus trabajadores.
Una de las 26 familias profesionales es la de Hostelería y Turismo, la cual a su vez abarca tres áreas que son alojamiento, restauración y turismo.
Centrándonos en el área de Restauración, las cualificaciones profesionales que podemos encontrar son las siguientes:
– Nivel 1.- Actividades simples que exigen la aplicación de conocimientos teóricos y capacidades prácticas limitadas. Engloba las siguientes cualificaciones:
-operaciones básicas de cocina.
-operaciones básicas de restaurante y bar.
-operaciones básicas de catering.
-operaciones básicas de pastelería.
– Nivel 2.- Actividades profesionales bien determinadas con la capacidad de utilizar instrumentos y técnicas propias, relacionados con un trabajo de ejecución que puede ser autónomo en el límite de dichas técnicas. Se requiere conocimientos técnicos, capacidades de comprensión y aplicación del proceso. Engloba las siguientes cualificaciones:
– Cocina.
– Repostería.
– Servicios de restaurante, bar y cafetería.
– Nivel 3.- Actividades profesionales que requieren el dominio de diversas técnicas y pueden ser ejecutadas de forma autónoma. Comportan responsabilidad de coordinación y supervisión de trabajo técnico y especializado. Exigen la comprensión de los fundamentos técnicos de las actividades y la evaluación de los factores del proceso y de sus repercusiones económicas. Engloba las siguientes cualificaciones:
– Dirección y producción en cocina.
– Gestión de procesos en servicios de restauración.
– Vinos, otras bebidas y productos selectos propios de sumillería.
– dirección y producción en pastelería.
Los niveles 4 y 5 de cualificación profesional corresponden a competencias adquiridas en estudios universitarios como, por ejemplo, Técnico superior en dirección de servicios de restauración.
Riesgos laborales en el sector de la hostelería restauración
Según datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, referidos al año 2017, en el sector de servicios de comidas y bebidas se produjeron en España un total de 36.303 accidentes laborales, de los cuales 3.771 fueron consecuencia directa de la manipulación manual de cargas, y es que tanto el trabajo de camareros como el personal de cocina han de manipular habitualmente cargas, lo que ocasiona que la musculatura especialmente la de la espalda, brazos, manos y piernas esté sometida a grandes esfuerzos.
Los trastornos musculo-esqueléticos es uno de los principales factores de riesgo laboral, ya que los camareros y cocineros pasan la mayor parte o prácticamente el total de su jornada laboral de pie, lo que supone un esfuerzo muscular importante sobre todo en las zonas de la espalda, cuello y piernas, pudiendo ocasionar problemas de salud como varices, bursitis de rodillas, lumbalgia o fascitis plantar.
Los camareros, además, por el porte de bandejas, asumen un mantenimiento prolongado, tanto de posturas forzadas, con manos y dedos flexionados o extendidos, lo que puede producir distensiones de los ligamentos de los dedos, luxaciones…, como de carga en la mano y antebrazo, provocando tendinitis, tenosinovitis, dedo en gatillo, epicondilitis, epitrocleitis, lumbalgia, síndrome cervical por tensión, etc.
Un ritmo elevado de trabajo, tiempos de descanso insuficientes, incorrecto diseño de las tareas y organización del trabajo, espacios pequeños e insuficientes… acarrean tensión, estrés y una superación de las capacidades físicas y psicológicas de los trabajadores.