¿Sabíais que el tipo de lámparas de cultivo que se utilizan para siembra vegetales influye, y mucho, en el sabor que consiguen? Hay varios estudios que así lo corroboran siendo las lámparas de cultivo led las que mejores resultados dan, así que si tienes un negocio y estás pensando en cultivar tus propios alimentos no te olvides de visitar esta empresa de lámparas de cultivo que está referenciada en Internet como una de las mejores del sector.
Imaginemos dos restaurantes cuyos cocineros/chefs son de igual valía y cuentan con una carta parecida. A no ser que alguno de ellos decida cambiar sus platós e innovar algo más para diferenciarse de la competencia les resultará complicado crearse una clientela fija o asidua porque si no destacan en otra cosa como la decoración o el gran servicio que ofrecen a los comensales les va a dar igual acudir a un establecimiento u al otro. Ahora bien, si uno de los dos empieza a promocionarse entre los ciudadanos por ser un restaurante que cultiva sus propios alimentos y además, cuando los clientes prueban su comida pueden notar esa diferencia de sabor, ¿adónde acudirán más los comensales a comer y cenar si el precio es también similar?
Tal vez penséis que es muy complicado meterse en un lío así pero no lo es tanto si seguís algunos pasos sencillos y os acostumbráis al nuevo trabajo. Veamos cómo cultivar tus propios alimentos.
Lo primero que debes hacer es averiguar qué tipo de cultivos son mejores para plantarlos en el clima donde resides. No todos los cultivos germinan igual así que si hay algo que no va a coger bien es mejor que lo deseches en tu huerto y plantes otra cosa porque tampoco es cuestión de perder el tiempo. Piensa en el tiempo que necesitan esos alimentos para crecer y crea tu propio plan de cultivo. De este modo conforme consigas una cosecha podrás plantas un nuevo alimento cuya época del año se apropiada y así no perderás espacios de tiempo entre cosecha y cosecha.
Separa siempre las semillas por filas, puede parecer una tontería pero si lo haces te será mucho más sencillo luego diferenciar los cultivos. Planta las semillas a una buena profundidad, de unos 2,5 centímetros como mínimo, siendo preferible llegar un poco más hondo, a unos 5 centímetros aunque todo depende del tipo de alimentos que decidas plantar.
Ten cuidado con los insectos. Crea un buen repelente casero y natural, hay muchas recetas en Internet que puedes seguir, pero no dejes que esos bichitos destruyan tu trabajo. Si cosechas más producto del que vas a usar aprende a hacer conservas, así podrás tener ese alimento a mano todo el año y ten cuidado a la hora de lanzarte a congelar algo porque hay muchos alimentos que se estropean y pierden propiedades al congelarse.