Las magdalenas son un recurso perfecto para los desayunos. Lo básico para hacer estos dulces es tener huevos, azúcar, leche, aceite o mantequilla, harina e impulsor.
Es importante usar ingredientes de calidad como unos huevos ecológicos y aceite de oliva virgen extra suave en sustitución de mantequilla.
Debes pesar con una báscula de cocina los ingredientes, no los pongas a ojo. “A veces decimos: Con dos cucharadas de harina y un cazo de azúcar ya está. Pero no es así. La bollería es igual de exacta que la pastelería, si no eres muy meticuloso, los fallos se notan mucho”, dice Jesús Fuentes, profesor de bollería.
El azúcar blanco refinado es el mejor para preparar magdalenas. “Es el azúcar que mejor funde con los huevos, ya que no vamos a montarlos, tan solo a mezclarlos bien”, comenta Jesús Fuentes.
Si preferimos un azúcar moreno, “deberemos mezclarlo en la leche para deshacerlo bien, porque al llevar fibra le cuesta más fundirse y no nos interesa remover con intensidad ni demasiado rato los huevos”, comenta.
Se recomienda batir poco a poco los ingredientes se baten poco a poco. Primero debes integrar los huevos, el azúcar y el aceite. Después añade la leche, la harina, el impulsor y la ralladura de limón.
“Es preferible hacerlo con varillas manuales porque las eléctricas van demasiado rápido, no controlamos bien las revoluciones, el número de vueltas que dan por minuto…”, explica Jesús.
“Para evitar los grumos es aconsejable tamizar la harina y el impulsor en un colador los dos a la vez antes de añadirlos a la mezcla”, dice el pastelero.
Es importante utilizar harina floja de pastelería, porque consigue que la magdalena suba en la medida correcta y tenga la textura deseada.
Si quieres hacer las magdalenas con harinas sin gluten, “no hay problema si es harina de arroz o de avena” -nos dice Jesús Fuentes- “aunque la de trigo sarraceno es un poco más húmeda y no va a subir tanto, pero se compensa poniendo mitad de arroz o de avena y mitad de trigo sarraceno”, añade.
Antes de poner la masa en los moldes, es aconsejable reservarla un día entero en la nevera. Con este truco conseguirás que la harina se asiente y no ejerza ninguna presión sobre la masa.
Para preparar magdalenas caseras debes comprar las cápsulas, que son moldes de papel de tamaños variados.
Esto lo saben bien los profesionales de Hostelería Club, especializados en suministros para hostelería, comercio, colectividades, profesionales y particulares.
Ellos explican que «las cápsulas no se engrasan y se desmoldan perfectamente para garantizar los mejores resultados».
No puedes rellenar hasta arriba las cápsulas, ya que es importante dejar un espacio, como un dedo de amplio. A veces los moldes se abren o expanden un poco cuando colocamos la masa.
“Para evitarlo hay bandejas para horno que controlan que no se muevan, o puedes escogerlo de un material con el que no pase, como la silicona, colocando el papel rizado en el interior”, argumenta el experto.
El diario ABC informa que «una vez estén dentro del horno, nunca debemos abrir la puerta. Ya que interrumpiríamos el proceso y se nos bajarían las magdalenas. Las colocaremos en la bandeja metálica en la posición central».
Cuando extraemos del horno las magdalenas, es importante dejarlas una hora en los moldes para que se enfríen. “Si las sacamos del molde de inmediato nos llevaremos la magdalena con nosotros, la romperemos o se nos quedará un trozo enganchada”, cuenta Jesús Fuentes.
Si quieres congelarlas no debes nunca ponerles azúcar por encima cuando las vais a hornear, porque la capa de azúcar se humedecerá y quedará como un almíbar que estropeará el sabor. Te aconsejamos que conserves las magdalenas en una bolsa o tupper de cristal.
«Las magdalenas también aguantan bien el congelado, pero al descongelarlas hay que pasar por la nevera. Meterlas en el microondas las reblandece demasiado”, añade el profesor.
«Una de las diferencias entre magdalenas, muffins y cupcakes es que la masa se sobrebate para llenarla más de aire y conseguir de esta forma que crezca en el horno y se le forme ese característico copete. Otra de las diferencias es que se usa aceite en lugar de mantequilla», informa el periódico digital Okdiario.
El cupcake se trata de un pequeño pastel decorado con una crema. Pero, no es una magdalena, ya que su textura es mucho más jugosa.
Por encima suele llevar frosting de buttercream, ganache de chocolate, buttercream o crema de mantequilla, cream chesse o queso crema, nata, etc.
Estos dulces también se hornean sobre unas cápsulas de papel. También pueden ser rellenados con la ayuda de un descorazonador de manzanas.